La sala es el punto de encuentro del hogar, el lugar donde se recibe a familiares y amigos. Por eso, al remodelarla es importante priorizar tanto la estética como la comodidad. Una buena distribución del mobiliario puede mejorar la circulación y fomentar la interacción entre los ocupantes.
Elegir una paleta de colores cálidos, combinada con texturas suaves como alfombras y cojines, crea un ambiente acogedor. La mezcla de iluminación general, puntual y decorativa también añade profundidad y calidez al espacio.
Otro aspecto clave es incorporar elementos personales: fotografías, arte o piezas artesanales que reflejen la identidad de quienes viven allí. Estos detalles convierten la sala en un espacio único y con carácter.
Con una planificación adecuada y la selección de materiales de calidad, tu sala puede transformarse en un lugar donde cada momento se disfrute al máximo.